1º Corintios 4-1-8
Hay una tendencia en los Seres Humanos a justificar sus actos y juzgar los actos de los demás. Si hacemos bien, pues nos vanagloriamos y le decimos al mundo entero que tan buenos somos. Si hacemos mal, entonces buscamos argumentos para justificar nuestra falta; y si no la podemos justificar, entonces recurrimos a esos mismos o mejores argumentos para soslayarla y/o presentarla de tal modo que el mal hecho se vea como no tan malo.
El otro acto es el juicio a los demás! Siempre tenemos una interpretación y un juicio a lo que los demás hacen o dejan de hacer, intepretamos los deseos y las motivaciones porque pensamos que siendo nosotros libres de toda culpa y error, son los demás los que se equivocan e incumplen.
Todas estos cosas no hacen sino desnudar nuestra fragilidad como seres humanos, viene a mi mente aquella imágen de Adan y Eva escondiéndose de Dios entre los arbustos mientras el Señor los llamaba. No pudiendo seguir buscándo refugio entre los arbustos, Adan salió a darle cara a Dios y empezó a usar sus mejore argumentos, le hechó la culpa a Dios por haberle dado a la mujer, a la mujer por haberlo engañado y a la serpiente por haber engañado a su mujer, y él que culpa tenía??? según Adan, ninguna; fueron los demás que no hicieron su labor bien.
El versículo 4 de este pasaje muestra que es Dios quien con su juicio nos jusifica. Aún cuando podríamos mostrar nuestros buenos deseos y actos, eso mismo no es justificación suficiente, sino que el Juicio de Dios es quien nos santifica y somos santos desde la Justicia de Dios y no la de nosotros mismos.
El verículo 5, muestra cómo debe ser nuestra actitud con respecto a los demas. La prudencia y la humildad deben adornar nuestros pensamientos, y aún cuando lo que podamos decir este aparentemente correcto, lo mejor será dejar en manos de Dios aquellas situaciones o personas a las que nuestro ánimo corre a evaluarlas con nuestro propio criterio. Dios será quien imponga justicia y quien devele la verdad sin ninguna duda, en el tiempo y en el plazo correcto.
Que Dios los Bendiga!
LG
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