miércoles, 10 de septiembre de 2008

Solidaridad con el Necesitado

Exodo 22: 22-27
Deuteronomio 24: 18-22

Dios demanda a sus hijos ser solidarios con los menos favorecidos. Muchas veces he reuido al concepto del Diezmo en la Iglesia, no porque no quisiera dar dinero para la obra de Dios sino porque en mis experiencias de adolecente ví que el dinero colectado no era usado adecuadamente, y aún sigo pensando lo mismo.

Aunque claro, siempre nosotros tenemos mejores ideas de como usar el dinero de los demás, y queremos guardar el propio para nuestros personales deseos y necesidades. Eso se llama avaricia y la avaricia es justamente pensar solo en uno mismo y no tomar en cuenta a los demás.

La Palabra de Dios es muy clara en cuanto a mostrar de manera tangible nuestra Solidaridad con los necesitados como una manera de agradecer a Dios por las bendiciones que nos dá. Las personas siempre menospreciamos las ideas y los discursos religiossos porque decimos que suenan superficiales y poco prácticos. Bueno, aquí hay un desafío tangible: dar al que no tiene!

El hambre, la desnudez, la falta de un techo donde cobijarse, la falta de educación básica y de cuidado de salud son por escencia las necesidades más básicas de las que sufren muchos en el mundo. El cariño, el amor, el respeto, la solidaridad, consideración, etc. son también las necesidades espeirituales y afectivas básicas de las que los humanos adolecemos. Por dónde empezar? Hay que poner nuestros ojos en Dios y pedirle que nos dé un corazón realmente agardecido en todo tiempo y que fruto de ese agradecimiento el Espiritu Santo nos mueva a solidaridad con quienes no tienen sus necesidades cubiertas o con quienes claman por ayuda y socorro.

Dios los Bendiga!
:)LG

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